¿Quién dijo que Jesús vino a amargar la vida? ¡Vino a salvar! ¡A devolver la felicidad a quien la había perdido! Tomarse la vida con seriedad y responsabilidad, no significa vivir amargado... ¡Eso no lo quiere Dios! Él está en la alegría sana y responsable, en la alegría familiar y en la fiesta que permite alegrar a los demás...
¿L@s conoces? ¿Se parecen a...? Sí, son miembros de nuestra comunidad parroquial que, como otros muchos, tiraron de creatividad para pasar unos buenos días de fiesta, riendo ellos y haciendo reir a los demás...