En la noche de hoy lunes, coincidiendo con el horario habitual del Catecumenado de Adultos, hemos disfrutado de la explicación de Claudia, una pintora alemana afincada en nuestra Isla que, después de vivir un desarrollo espiritual muy personal, se atreve a pintar sobre la Cruz.
Fue Elías, Sacerdote Jesuita, procedente de nuestra Parroquia, quien sugirió la idea de establecer un diálogo con esta pintora, con el fin de compartir, después de Pentecostés, lo que el Espíritu realiza en las personas, también, fuera del ámbito de la institución eclesial.
Resultó un diálogo enriquecedor porque Claudia fue bautizada, se alejó un poco de la experiencia eclesial y, reconoce que La Palma, le ha servido para un reencuentro con la persona de Jesús y la experiencia de la Cruz.
Su exposición oral comenzó con el siguiente párrafo: "Nueve cuadros en los colores del arco iris muestran la cruz como si estuviera viva, como una interacción de las energías espirituales que transporta al indiviuo por las etapas de su vida y le acompaña en su desarrollo espiritual".
Los cuadros estarán expuestos durante siete días en la Capilla de San Nicolás del Templo Parroquial, allí podremos contemplarlos y, los miembros del Catecumenado, podrán explicarnos su significado, aunque lo interesante es dejar que ellos nos hablen a nosotros.
Gracias Elías por la iniciativa, gracias Claudia por compartir tu alma creativa expresada en lienzos y, gracias a los participantes porque el diálogo posterior estuvo a la altura de la exposición.
Esta última imagen está tomada del cuadro que habla del paso de la muerte a la vida. Hermosa evocación de la disolución del tiempo en la eternidad. Refiriéndose a esto, comentaba la autora: "[...] al final, que no es el fin, caminamos todos hacia la misma luz"