Al caer la noche no podemos mas que agradecer a Dios el dia que hemos vivido en el que fe, cultura, humor y emociones se entremezclaron armonicamente para producir ese extraño efecto de cansancio y sonrisa.
Y es que visitamos Padova, ciudad donde se encuentra la tumba y reliquias de San Antonio, santo franciscano de gran devocion en nuestra parroquia. En una Capilla nos permitieron celebrar la Eucaristia en la que tuvimos presente a todos los feligreses de la Parroquia.
Seguidamente nos trasladamos al embarcadero de Mestre donde un barco nos llevaba a Venecia. Una vez en "tierra firme", callejeamos por sus estrechas calles, que compartiamos con miles de turistas, hasta llegar al restaurante donde nos sirvieron el almuerzo y, horas mas tarde, nos servirian la cena. Con el estomago lleno, paseamos para conocer el Puente de Rialto, la Catedral y Plaza de San Marcos. Terminada la visita, disfrutamos de tiempo libre para compras y, a la hora y lugar acordados, nos concentrabamos para subirnos a las gondolas que, a ritmo de musica italiana en directo, nos permitio conocer los canales mientras reiamos y cantabamos. Aunque merece un especial reconocimiento la actuacion musical de los componentes de las primeras gondolas quienes, por propia iniciativa, hicieron un recibiento espectacular a los que viajaban en la ultima.
El balance final solo puede ser positivo. Seguro que Dios colaboro para que todo se desarrollase segun lo previsto, pero tampoco falto la colaboración de todos los miembros de la expedicion. No faltaron los incidentes pero se solucionaron con solidaridad.
Despues de cenar regresamos al hotel con clima de fiesta y chistes. Mañana habra que estar en pie a las 7 porque Florencia nos espera... No te pierdas la cronica y, para los que nos leen desde Canarias, no se preocupen que seguimos siendo 56...