Aunque tenemos testigos directos de lo sucedido a los que les podremos preguntar que nos cuenten lo acontecido ayer en Garachico con motivo de la Apertura Diocesana del Año de la Fe, traemos aquí la noticia y el vídeo que publica el Blog de Noticias de la Diócesis.
Es cierto que el papel y el blog aguanta todas las palabras que escribamos y que se puede exagerar para aumentar los hechos al contárselos a quien no estuvo presente. Pero sobre este acontecimiento, es preferible ver las imágenes para darnos cuenta que las palabras no mienten.
¡¡¡DIOS QUIERA QUE SEA UN AÑO EN EL QUE SE NOS CONTAGIE LA ALEGRÍA DE CREER Y EL ENTUSIASMO POR COMUNICAR LA FE!!! ¡¡¡MERECE LA PENA!!!
La
Villa y Puerto de Garachico acogió en el día de hoy, viernes 12 de octubre, la
celebración de Apertura del Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI.
El encuentro comenzó en la Plaza de Santo Domingo con algo de retraso, ya que
las previsiones de asistencia se superaron con creces y lo miembros de la
organización, junto con la Policía Local y la Policía Canaria, tuvieron que
aunar efectivos para distribuir en los aparcamientos el gran número de vehículos
y guaguas que acudieron a esta zona de la isla Baja.
Según
datos oficiales de la Policía Local, en torno a cien guaguas recibió la Villa. A
esto hay que sumar todos los vehículos privados que coparon las diferentes zonas
habilitadas para el estacionamiento.
A lo
largo de este singular evento diocesano, distintas ofertas pastorales
permitieron a los participantes experimentar las distintas dimensiones de la fe
católica. Cáritas, Pastoral con Jóvenes, Pastoral Vocacional, Promoción de la
Nueva Evangelización, Misiones y un largo etcétera, mostraron el ser y el hacer
que les mueve en nombre de la fe.
Garachico
se convirtió en una especie de “parque temático de la fe” donde los
participantes no se limitaron a permanecer pasivos en un solo punto, sino que
pudieron hacer un recorrido interactivo por las calles de la Villa y Puerto.
Así, por ejemplo, en el Exconvento de Santo Domingo, fueron invitados a
presenciar la obra de teatro “Cosas de locos”, protagonizada por miembros del
seminario diocesano. Una función que tuvo dos pases y que hizo las delicias del
público, pasando de la risa, en la primera parte de la obra, a una reflexión
final: “¿Es cosa de locos creer en un mundo más fraterno en donde la fe sea el
motor de la vida?”
Al
finalizar la representación teatral, los asistentes podían elegir entre varias
opciones. Una de ellas fue la Ermita de San Roque donde dos misioneros
compartieron su testimonio de vida. “Las sensaciones que me he llevado de este
encuentro han sido impresionantes”- comentaba Rolando, misionero javeriano
natural de México, al final del encuentro. Rolando compartió con los
participantes su vida en El Chad. “Me llevo esta Diócesis grabada en el corazón.
Créanme que rezaré por ustedes”. Y tras estos testimonios, llegaba el turno de
ejercitar los sentidos. Una peculiar Gymkana de la fe hizo que los asistentes se
pusieran en el lugar de los más desfavorecidos. Mónica y Mireya, dos jóvenes de
Valle de Guerra comentaban al finalizar una de las pruebas, lo importante que es
sentirse acompañadas cuando no se puede ver, ni caminar. “Con los ojos tapados y
la pierna atada, me ha costado un mundo hacer este pequeño recorrido. A veces,
nos cuesta ayudar al otro, precisamente porque desconocemos lo que es vivir
limitado”- comentó Mireya.
Las
principales calles de Garachico eran un hervidero de personas a media mañana en
un ir y venir, al son de cantos y bailes. La iniciativa “Melodías de fe” hizo
que en el atrio del instituto y en la plaza de La Libertad, grandes, pequeños y
jóvenes, formaran espontáneos grupos de canto junto a conocidos cantautores
cristianos.
Para
reponer fuerzas y para recordar cuál era el motivo central de este encuentro,
tres celebraciones de la Palabra en el Convento de las Concepcionistas,
propiciaron un encuentro profundo con Dios, mediante la exposición del
Santísimo.
El
encuentro se completó con diferentes exposiciones sobre los sacramentos, la vida
de los santos, la experiencia vocacional, la religiosidad popular y la historia
de nuestra fe.
En su
homilía, el prelado señaló que este es un año para volver a descubrir, cultivar
y testimoniar el don de la fe. Un año para redescubrir los contenidos y el
significado de la fe profesada, celebrada, vivida y rezada. “Para los que
estamos aquí, un día se abrió la puerta de la fe. A través de otros creyentes
anteriores a nosotros, o por otros caminos, Dios nos regaló el don de conocerlo
y creer en Él. Yo les invito a dar gracias a Dios por la fe y por todas las
personas a través de las cuales, Dios se ha servido para que cada uno de
nosotros haya iniciado el camino de la fe cristiana”.
El obispo, en otro momento de su intervención, recordó que la fe y el amor son nuestra única fuerza ante los poderes del mal, del mundo y del pecado. “Como nos muestra el Evangelio, la fe es la luz de la vida que permite ver las maravillas de Dios en todo lo que nos rodea y ver las personas y acontecimientos con los ojos de Dios. La fe nos permite sentir las cosas como Dios las siente, especialmente nos hace atentos, sensibles y activos ante el prójimo necesitado.”
Además,
Bernardo Álvarez precisó que es necesario cultivar la fe: Con la lectura y
meditación de la Palabra, con la vida litúrgica, con la oración, con la
formación, intensificando el testimonio de la caridad, compartiendo nuestras
experiencias de fe, comunicando la propia experiencia de Dios y actuando en todo
momento y circunstancia, con criterios de fe.
El
prelado finalizó su homilía recordando a la Virgen. “Todos estamos llamados a
ser, y podemos serlo, como Ella, personas oyentes, orantes y
oferentes”.
Al
concluir la Eucaristía, el alcalde de Garachico, José Heriberto González hizo
entrega al obispo de la metopa con el escudo heráldico de la Villa y Puerto de
Garachico. Posteriormente el prelado impartió la bendición a los fieles, los
cuales respondieron con un caluroso aplauso