En el día de ayer, acompañado por una multitud de cristianos, integrados por fieles venidos de distintas Diócesis, así como religiosas, sacerdotes y
obispos, D. Felipe fue enterrado en la Parroquia de La Concepción de La Laguna,
Sede Catedralicia.
Fue una Eucaristía emotiva, cargada de recuerdos, agradecimientos y,
sobre todo, de ESPERANZA...
En las imágenes se aprecia sólo una parte del clero que participó,
pero éramos muchos los que queríamos estar presentes en un momento especial de
la vida diocesana.
Añadimos la imagen del Cristo de La Laguna que aparece impresa en su
recordatorio, el texto del reverso y el Decreto Episcopal, mediante el cual, se
nos invita a que en todas las Parroquias y Comunidades de la Diócesis se
celebre, por lo menos una Misa diaria, rogando a Dios por nuestro Obispo
emérito, D. Felipe. Así lo haremos nosotros en nuestras dos comunidades.
Desde aquí, el recuerdo esperanzado y la súplica constante. Recuerdo
de D. Felipe y súplica para que, desde el Cielo, siga intercediendo por
nosotros.