lunes, 9 de abril de 2012

XXV ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO, O NACIMIENTO PARA SIEMPRE, DE D. MIGUEL PÉREZ ÁLVAREZ, NUESTRO PRIMER PÁRROCO, A QUIEN LE GUSTABA DECIR: ¡ÁNIMO, ARRIBA ESOS CORAZONES!

(Extracto del Diario de Avisos del 3 de mayo de 2011)
   "Palmeros y Tinerfeños siempre recordarán la mirada del Sacerdote don Miguel Pérez Álvarez (Breña Alta, 29 de septiembre de 1926 – La Laguna, 8 de abril de 1987). Su memoria sigue viva en tantos y tantos grupos de Fe que animó durante su vida. [...].
   El Padre Miguel Pérez se ordenó Sacerdote en La Laguna un 26 de diciembre de 1950. Fue el primer párroco de San Francisco de Asís, Santa Cruz de La Palma, en 1954. Igualmente, cumplió los servicios de Director Espiritual del Seminario y Director de la Casa de Ejercicios, para finalmente pasar a ser Director Espiritual del Clero. [...]
Sin embargo, lo que también llena su vida de sacerdocio es el estar y convivir con quienes le rodearon. Chari Santos, que no olvida aquella frase suya de “ánimo, arriba esos corazones”, profesora de Religión del IES Valle Guerra, amiga inseparable de Miguel Pérez, formó parte con otros estudiantes del célebre grupo Junonia, que “estaba formado por varios estudiantes, sobre todo palmeros. Don Miguel consideraba que con nuestras reuniones podíamos celebrar nuestra Fe y además acoger a estos compañeros distantes de su familia”, afirma. “No sólo nos reuníamos, sino que nos enseñaba a conocer nuestro credo como adultos en la Fe [...]”.
   Igualmente, entre los carismas rememorados sobre don Miguel está también el de lo social. Así, Chari rescata aquel momento de uno de los viajes de don Miguel a Madrid para revisar su enfermedad, “donde se encontró en una calle madrileña con otro sacerdote que resultó ser el Obispo de Ebebiyín en Guinea. Viéndolo alicaído, se preocupó por lo que pasaba a monseñor Obama, quien le contó que en su diócesis se pasaba mucha hambre. Faltó tiempo para que don Miguel organizara una campaña en apoyo a la Diócesis de Ebebiyín”. O aquella ocasión en la que se le ocurrió organizar “ejercicios espirituales para soldados. Fue siempre un hombre de oración entre los suyos y preocupado por los suyos."
   Ante la singularidad y significatividad de la figura de D. Miguel no podemos, como Parroquia, resignarnos por su pérdida, más bien hemos de potenciar todo aquello que inició y, en su honor, revisar o implementar acciones que actualicen sus carismas en el momento que nos toca vivir a nosotros.
   POR ELLO, EN LA MISA DE 7 DE LA TARDE DEL DOMINGO, ANUNCIÉ QUE ES NECESARIO ORGANIZAR UNA SERIE DE EVENTOS QUE PERMITAN DAR A CONOCER A D. MIGUEL, NUESTRO PRIMER PÁRROCO, A QUIENES NO LO CONOZCAN, ASÍ COMO CONCRETAR QUÉ ACCIONES PUEDE ACOMETER LA PARROQUIA PARA MANTENER VIVO SU CELO PASTORAL Y VOCACIONAL.
SE ACEPTAN SUGERENCIAS AL PÁRROCO QUE, LUEGO, PUEDAN TRASLADARSE AL CONSEJO PARROQUIAL A LA HORA DE ELABORAR UN PROGRAMA.