SIRIA: Habla la Hermana María, misionera del Verbo Encarnado en Siria: "Tres días sin luz... Pero pensándolo bien, ¡hay tanta gente que lo está pasando peor! El otro día un muchacho decía con aire sombrío: 'Cayó un proyectil en mi casa. Mi hermano perdió un ojo y una pierna en la explosión. Y perdí a mi padre, que murió ensangrentado en mis brazos'. Y agregó sin más: 'Alabado sea Dios'. A pesar de los peligros, un buen grupo de fieles asiste al Rosario y a la Misa cotidiana. Algunos también participan de la Adoración y las Vísperas. Viven las ceremonias con un fervor especial..."